A Grabiel
Carmen Bereciartúa
LAMENTO
Para Amparo Gastón a la memoria de Gabriel Celaya
"El mar se llama Nunca y el pájaro que gira sobre él
obsesionado, le llama Muerte.
O le llama Esperanza si, con las alas abiertas,
se para en la playa donde la muchacha duerme."
G. Celaya
Ahora que estamos todos en silencio
ex:pectantes de floridos versos
gesta dos entre destellos de luna,
erigidos sobre ruinas de cielo,
surgiendo ante el pálido gemido
de ahogados gritos entre las rocas...
Ahora que os ceñís la lírica cítara
errante por las nubes
vais a escuchar tan sólo un triste canto,
clamor dejusticia por esas voces
que ya no pueden cabalgar al viento...
¿Por qué fingís terror
ante aquellos horrores de Hiroshima,
vosotros, asesinos de ilusiones,
verdugos de quimeras mutiladas
al iniciar su suelo,
tiranos que encubrís mediocridades
bajo una fria máscara de barroca
omnipotencia?
Ya la rosa ha irrumpido en suave llanto,
ferülizando su cálida sangre
áridos campos de la sinrazón...
Dormid tranquilos...
la sabiduría que brota del alma
no tiene acceso al férreo trono
del poder
que intenta gobernar los corazones;
cortaron su andadura
esos falsos profetas del progreso,
delincuentes de frac gris sin navaja,
transformistas de la paz
y la palabra...
Loa en nombre de los raros náufragos,
de los que aran en el vasto desierto,
el sueño de la práctica utopía
que sustenta la única esperanza...
Bendita sea la divina locura
-bella espina de los dioses-
en una tierra absurda de cordura...
fiel a ese multicolor universo
que anida en las entrañas
y que, a pesar de huracanes y nieve,
de cadenas y espadas de fuego,
nada ni nadie logrará robar.
Carmen Bereciartúa.
* Publicado en la revista Zurgai, número especial de diciembre de 1992.